Sólo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir
Proponernos hacer de nuestro día de hoy un día mejor, puede convertirse en un reto si no identificamos vicios como: quejarnos, preocuparnos, criticar, juzgar, compararnos, culpar, culparnos, entre otros... Me gusta la idea de que ser feliz es un hábito que podemos desarrollar, pues si cada día así como tomamos agua para sobrevivir, sería conveniente darnos una dosis de felicidad. Hacer una lista de actividades o cosas que te hacen feliz es un buen comienzo.
Desempolvar los sueños que teníamos de niñ@s y trabajar para hacerlos realidad. No se trata de lamentarse por lo no logrado o por preocuparse por lo que falta por lograr, es disfrutar del proceso, tú proceso, pues cada quien tiene su tiempo para permitirse brillar.
¿De qué manera te permites ser feliz día a día?
Te leo...
¡Que disfrutes al máximo el día de hoy, pues no se volverá a repetir!
Comentarios
Publicar un comentario