Sólo hay dos formas de vivir tu vida. Una es pensar que nada es un milagro. La otra es pensar que todo es un milagro

Maravillarnos de todo lo que nos rodea, respirar y poder sonreírle a la vida un día más es un milagro.

Cada vez me maravillo de los regalos que la vida nos ofrece: como coincidir con personas que suman, disfrutar del canto de los pájaros, el color del cielo, el aroma a tierra mojada cuando llueve, los días nublados, los días soleados, la voz de mamá al teléfono y poder decirle que la amas en persona. Cada experiencia vivida es un milagro.

Disfrutar y cuidar nuestro templo sagrado: nuestro cuerpo, que es una máquina perfecta. Maravillarte de cómo tus pensamientos impactan de la manera que tú desees: positiva o negativamente.

La sonrisa de tus hijos, el poder amar y ser amado, ¡el amor es un milagro! ¡gracias vida por todo lo que nos das!

¡Nuestra existencia en sí es un milagro! que no te deje de sorprender cada hermoso detalle que la vida y el universo envía a tu vida.

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¿Qué es lo que más te maravilla de tu propia vida, consideras y agradeces como milagro?

Te leo...

¡Que cada experiencia vivida, la vivas como un milagro!